Sofía Muller, una heroína de la fe. Sofía renunció a su carrera de pintora (dibujante) comercial y a las comodidades de la vida en Nueva York y se internó en las selvas de la Orinoquía colombiana en obediencia a Dios.
Sofía viajaba día tras día en canoa para llegar a los pequeños pueblitos, contaba a los indígenas del amor de Dios, les enseñaba a leer y convencida de su poder transformador, ella traducía porciones de la Palabra de Dios.