Charles Grandison Finney (1792-1875), evangelista y educador estadounidense, nació en Warren, Connecticut. Sin embargo, dos años más tarde su familia se mudó al norte del estado de Nueva York, donde recibió su primera educación en escuelas de la frontera. En su juventud, estudió leyes y se preparó en Adams, Nueva York.
Mientras leía los Comentarios sobre las leyes de Blackstone, notó que mencionaba con regularidad la Biblia como la suprema autoridad. Esto motivó a Finney a comprar una Biblia, y pronto la leía más que las leyes.
La Palabra de Dios trajo una profunda convicción a su alma, y el 10 de octubre de 1821, en una zona rural, se convirtió a Cristo. De inmediato comenzó a testificar por Cristo, y al poco tiempo celebraba reuniones de avivamiento. Finney usó las prácticas apostólicas del Nuevo Testamento y al poco tiempo llenaba los mayores edificios disponibles y los mantenía llenos.
El tiempo culminante de su ministerio evangelístico fueron los «nueve años poderosos» desde 1824 hasta 1832, durante los cuales celebró pujantes reuniones de avivamiento. Durante su reunión en Rochester, Nueva York, «el lugar tembló desde sus cimientos». Como resultado de esa reunión, se manifestaron avivamientos en otras mil quinientas ciudades y pueblos.
Al final, se vio obligado a suspender su ministerio evangelístico debido a su mala salud, y después de muchos años como pastor predicador de avivamientos en la ciudad de Nueva York, llegó a ser el presidente de Oberlin College, donde impartió clases hasta su muerte.
Alrededor de quinientas mil personas respondieron a sus invitaciones públicas para recibir a Cristo. Finney era singular, sencillo, impresionante y convincente, y sus conferencias de avivamiento todavía las estudian predicadores, maestros y evangelistas que creen en la Biblia.